¿Sabías que el consumo de harinas refinadas, azúcares, aceites vegetales, maíz, almidones,  edulcorantes y ultraprocesados van generando en tu cuerpo un estado inflamatorio?

Y sino cortas con ese círculo vicioso y modificas tu estilo de vida adoptando hábitos saludables ese estado inflamatorio se vuelve crónico, vulnerando el sistema inmunológico y desencadenando en enfermedades como la diabetes, la hipertensión, problemas cerebrovasculares, problemas cardíacos, osteoporosis, hígado graso, enfermedades metabólicas, resistencia a la insulina, sibo, alzheimer, depresión, artritis y podríamos seguir enumerando.

El ayuno es el verdadero reseteo de nuestros órganos, no solo porque descansan sino también porque se regeneran. El cuerpo se desinflama, baja el cortisol, se plancha la insulina y por ello hay menos hambre, más saciedad, el cuerpo no nos pide el picoteo ni ingerir azúcar.

Una de las maneras de comenzar con la reducción del estado inflamatorio es la práctica del ayuno intermitente, permitiendo al organismo tener reposo digestivo y así poder repararse.